Si tuviera que quedarme con un olor de mi infancia, probablemente me quedaría con el olor de la tarta de zanahoria que hacía mi abuela la víspera del día del Carmen. La recuerdo a ella con mi madre en la cocina, disponiéndolo todo para el día siguiente; el olor del coco y la zanahoria se mezclaba con el del chocolate caliente de los otros postres, recuerdo también aquella cocina revuelta, llena de cacharros e ingredientes que no quedarían bien en ninguna foto de Instagram.
La tarta de zanahoria es una receta de familia; ahora la hacen la tía Maricarmen y mi madre, por eso, cuando quiero sacar fotos para escribir este post, me dicen que no estorbe y que la cocina no está para sacar fotos bonitas, sino para hacer tartas ricas en recipientes cómodos y con la cocina revuelta,...Tienen toda la razón!
Ingredientes:
- 1kg de zanahorias
- 500 g de azúcar
- 150 g de coco rallado
- 1 copita de brandy
- 1 paquete de panecillos de leche (medias noches)
Preparación:
Pelamos las zanahorias, las troceamos y las ponemos a cocer hasta que estén suficientemente blandas para ser batidas.
Añadimos el azúcar a las zanahorias, una vez escurridas, y empezamos a batir, agregamos también 100 gramos de coco, y seguimos batiendo hasta conseguir una crema muy suave.
Cortamos en láminas finas los bollitos de leche y los empezamos a colocar en un molde salpicados con gotitas de brandy sin empaparlos. Luego extendemos una capa de la crema de zanahoria.
Repetimos varias capas de manera que la última sea de panecillos.
Metemos el molde en la nevera y lo dejamos allí unas horas.
Desmoldamos la tarta, la cubrimos con una capa de coco rallado para decorar y... lista para degustar!!!!
Espero que les guste la receta y que disfruten de la tarta en buena compañía,...yo lo haré sin duda!
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