lunes, 28 de diciembre de 2015

Ranitas

 Ranitas.




Ranita estrellas: 18,90 euros




Ranita cuadros grises: 18,90 euros



Ranita cuadros azul con forro: 21 euros.



Ranita de rayas marineras: 17,90 euros.

Por favor, para la disponibilidad de tallas o cualquier otra duda, consulta a través del correo electrónico. 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Banderines decorativos.

   Banderines decorativos:


    Modelo pollitos: 15,90 euros.


    Modelo Mariana: 15,90 euros.


    Modelo primavera rosa: 15,90 euros.


    Modelo primavera azul: 15,90 euros.

Mochilas.

    Mochilas:



    Mochila de estrellas con cintas rojas (Mod. 1): 14,90 euros.



    Mochila cuadros rosas con bolsillo de cuadros grises y cintas grises (Mod. 2): 14,90 euros.



    Mochila de rayas con cinta azulón (Mod. 3): 14,90 euros.


Bolsitas multiusos.

    Bolsitas multiusos:



    Bolsa de cuadros gris con cinta rosa fucsia (Mod. 1): 13,90 euros



    Bolsa de cuadros rosa con cinta gris (Mod. 2): 13,90 euros.



    Bolsa estampada de flores verdes y rojas con cinta verde (Mod. 3): 13,90 euros.



    Bolsa de rayas marineras con cinta verde (Mod. 4): 12,90 euros



    Bolsa blanca de topitos azules (Mod. 5): 12,90 euros.

Chupeteros

Chupeteros.


    Chupeteros: 7,90 euros (unidad).

lunes, 30 de noviembre de 2015

¡Tendera!

¡Tendera!. Así, como lo leen. 

En todas estas semanas previas a la presentación de esta aventura, las expresiones "shop on line", "emprendedora", me sonaban tan tan por encima de mis posibilidades, que la palabra "tendera" me pareció perfecta. Por esto, y porque yo en realidad soy filóloga hispánica, y algo purista, así que tanto préstamo inglés me rechinaba un poco. 

¿Y qué vende esta tendera?, pues artículos infantiles. El mundo de los niños se ha convertido en mi mundo, y las telas son una especie de pasión extraña que tengo desde hace tiempo. 

La primera colección de "Con bailarinas" sale a la luz con la misma pretensión con la que una niña pequeña llega a casa con un dibujo para sus padres, con la ilusión de que a ustedes les guste, para que este puñado de bolsas, mochilas, chupeteros y banderines puedan dar paso a las mil ideas más que rondan por mi cabeza. Así que les presento todo esto con los mofletes colorados y un pelín de complejo. ¿Qué quieren?, yo soy así.

Me parecía también algo inapropiado y de ínfulas de diseñadora, rellenar este post con mil agradecimientos, pero aún a riesgo de resultar pedante o de que me confundan con Almodóvar recogiendo un Óscar, hay algún agradecimiento que no puede faltar, aunque prometo ser breve: gracias a papá Carlos por  el entusiasmo y la fe; a mí madre le agradecería el hecho de desenfundar la máquina de coser y ponerse a hacer banderines como una loca, pero sería quedarme muy corta; a mi cuñada por ser una especie de tamiz y por sus mil ideas; a Vane por ser mi otra mitad en este proyecto y ponerle tanta ilusión por tan poco; a Patri por empezar conmigo esta aventura (te espero) y a todos, todos los que conociendo esta locura, me han animado a continuar con ella porque creían que me podía hacer feliz. 

¡Espero que les guste!.



viernes, 2 de octubre de 2015

Tarta de zanahoria

Si tuviera que quedarme con un olor de mi infancia, probablemente me quedaría con el olor de la tarta de zanahoria que hacía mi abuela la víspera del día del Carmen. La recuerdo a ella con mi madre en la cocina, disponiéndolo todo para el día siguiente; el olor del coco y la zanahoria se mezclaba con el del chocolate caliente de los otros postres, recuerdo también aquella cocina revuelta, llena de cacharros e ingredientes que no quedarían bien en ninguna foto de Instagram.

La tarta de zanahoria es una receta de familia; ahora la hacen la tía Maricarmen y mi madre, por eso, cuando quiero sacar fotos para escribir este post, me dicen que no estorbe y que la cocina no está para sacar fotos bonitas, sino para hacer tartas ricas en recipientes cómodos y con la cocina revuelta,...Tienen toda la razón!

Ingredientes:

  • 1kg de zanahorias
  • 500 g de azúcar 
  • 150 g de coco rallado 
  • 1 copita de brandy 
  • 1 paquete de panecillos de leche (medias noches)


Preparación:

Pelamos las zanahorias, las troceamos y las ponemos a cocer hasta que estén suficientemente blandas para ser batidas.

Añadimos el azúcar a las zanahorias, una vez escurridas, y empezamos a batir, agregamos también 100 gramos de coco, y seguimos batiendo hasta conseguir una crema muy suave. 


Cortamos en láminas finas los bollitos de leche y los empezamos a colocar en un molde salpicados con gotitas de brandy sin empaparlos. Luego extendemos una capa de la crema de zanahoria. 

Repetimos varias capas de manera que la última sea de panecillos.

Metemos el molde en la nevera y lo dejamos allí unas horas. 



Desmoldamos la tarta, la cubrimos con una capa de coco rallado para decorar y... lista para degustar!!!! 



Espero que les guste la receta y que disfruten de la tarta en buena compañía,...yo lo haré sin duda! 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Baby Blues

Como saben, hace casi dos meses que en casa somos uno más. Manolo llegó estrenando julio, por san Fermín, para más señas, y lo ha puesto todo patas arriba. A una le cuentan que los hijos son una bendición y que llenan la casa de alegría y es verdad, bueno, de alegría, biberones, pañales, chupetes,...

Pero lo cierto es que además de ser una bendición y una alegría, la llegada de un bebé es también cansancio, noches en vela, inseguridades,...Todo eso se cuenta, pero menos, de manera que nos encontramos los primeros días obligándonos a una felicidad placentera, que no llega, porque los puntos duelen, la lactancia es dura, el bebé llora y además, en algunos casos, hay un mapache mayor revoloteando por la casa enarbolando la bandera de la rebeldía  y el síndrome del príncipe destronado. 

En medio de este panorama una, que además se mira en el espejo y se pregunta si le han dejado a otro dentro, le entra un "baby blues" de tres pares de narices. La primera vez que oí este término, "baby blues", me sentí tan identificada que les tenía que hablar de ello en mi primer post tras el parto. Los expertos se refieren al baby blues para definir una sensación de tristeza, llanto, irritabilidad o ansiedad que se puede dar en los días o semanas inmediatamente posteriores al parto. Las causas pueden ser diversas: la falta de descanso, los cambios hormonales, el llanto del bebé cuya causa en ocasiones no sabemos interpretar,... En cualquier caso es una sensación más normal y frecuente de lo que nos podría parecer, lo que ocurre, es que muchas veces se trata de ocultar, por una especie de sentimiento de culpabilidad. Reconocer que estamos tristes en un momento en que se supone que todo debería ser felicidad y alegría nos cuesta, y además nos parece que se puede entender como un rechazo hacia nuestro bebé, cuando probablemente sea todo lo contrario. 

La responsabilidad y el amor hacia un hijo es tal, que lo más normal es que haya momentos en que nos desborde, en que nos ahogue un poco el hecho de querer hacerlo todo perfecto, de dar lo mejor de nosotros mismos, de preguntarnos si sin dormir podremos rendir y darles el 100% de nuestras atenciones, etc. En estas primeras semanas de vida de Manolo ha habido momentos así, momentos de tristeza  injustificada, de miedo, de inseguridad y de cansancio; es verdad que han sido los menos y que la experiencia es un grado, pero esos momentos me han servido para interesarme por el tema, leer sobre ello y acercarlo hasta el blog por si hay alguna reciente mamá que se haya calzado las bailarinas para leerme y se quede un poco aliviada pensando en que no es ningún bicho raro, que la capacidad de amar no está reñida con el miedo sino que es precisamente ese amor lo que muchas veces lo genera, y que después de un breve periodo de adaptación, los hijos nos llenan la vida de verbena de la buena. Nos traen felicidad, risas, ternura, y un millón de cosas que hacen que las cicatrices de las cesáreas parezcan algo bonito, que los kilos de más y las ojeras hasta favorezcan, o por lo menos no nos importen demasiado, y los "babys blueses" nos parezcan con el tiempo una verdadera chorrada. 

Mi Manolo ya está aquí, y además de algún momento de inseguridad, ha llegado con hambre, unos preciosos ojos azules y un amor tan inmenso que una se cree que no le queda más dentro. 

Gracias a tod@s las que me habéis echado de menos en este tiempo de parón del blog, gracias por leerme, por esperarme y por calzaros las bailarinas!









viernes, 22 de mayo de 2015

Tarta de obleas y Nocilla

Como saben, el sábado pasado celebramos el cumple del mapache, era su primera fiesta de verdad (los años anteriores era demasiado pequeño y habíamos estado solo la familia más íntima y la fiesta había sido en casa), con su piñata, su decoración "piensa en verde" -la llamé así porque encontré unos platos  súper monos en verde con topitos blancos y me vine arriba-. Así que, a partir de ahí, lo buscamos todo en verde y a poder ser de lunares (manteles, pajitas, servilletas, cubiertos de madera, banderines...). El caso es que, aunque me encuentro ya un poco cansada y el despliegue no fue todo lo cuidado que me habría gustado, tiré de pinterest -para mí es el descubrimiento de la humanidad a la altura de la rueda- y entre todos conseguimos que la fiesta del mapache fuese un éxito y además tuviese su punto estiloso. ¿El problema?: ya les he contado que soy algo dispersa, y ahora que mis neuronas están centradas en crear una vida dentro de mí, ya no les quiero ni contar, así que cuando me decidí a sacar fotos el festín ya había comenzado y la cosa no estaba ya para fotografiar. Sin embargo, ¿qué es lo más importante en un cumpleaños?, ¡pues claro!, ¡¡¡La tarta!!!. Me apetecía algo facilito, casero, que llevase chocolate y que gustase sobre todo a los niños, así que cuando encontré en pinterest la receta de una tarta con obleas y Nocilla, no me pude resistir. Espero que tomen buena nota de la receta, y que un día de estos hagan un paréntesis en la "operación bikini" y se den un homenajillo. Ahí va:

Ingredientes:
2 paquetes de obleas (es importante que vayamos escogiendo las obleas más enteras dado que es un dulce que se deshace mucho)
1 bote de crema de cacao (yo la hice con nocilla pero cualquier marca vale)
1 paquete de crocanti
1 bote de virutas de colores 


Preparación:
1. Calentamos un poco la crema de cacao en el microondas para que adquiera una textura más líquida  (1minuto  a temperatura máxima es suficiente).

2. Colocamos un trozo de papel de aluminio, o papel de horno sobre una superficie plana. Ponemos la primera oblea y la cubrimos con una fina capa de nocilla ayudándonos de una espátula para que quede uniforme. Repetimos sucesivamente la operación con unas 15- 20 obleas, dependiendo de la altura que queramos dar a la tarta. En nuestro caso empleamos 20 obleas.



3. Una vez que estén listas todas las capas presionamos suavemente sobre la ultima oblea, que de momento hemos dejado sin cubrir para que la tarta adquiera mas consistencia y sea compacta.

4. Cubrimos toda la superficie de la tarta y los bordes con la la crema de cacao. En esta ocasión ya no es necesario que la capa sea tan fina pues se trata de que quede bien uniforme. 



5. Por ultimo, decoramos la tarta. En nuestro caso elegimos crocanti de almendras y virutas de colores pero las posibilidades son múltiples. Una vez decorada la metemos en el frigorífico una hora para que adquiera consistencia  y voilà, lista para servir.



Espero que les haya gustado la receta y que la pongan en práctica. Por aquí ha sido todo un éxito, y visto el nivel de dificultad, pensamos repetir. 

Ya me contarán...  Les espero aquí, con bailarinas.



miércoles, 13 de mayo de 2015

Los tres añazos del mapache!

Nació un 14 de mayo con seis semanas de adelanto. Llegó mandando y decidiendo, y creo que en ese momento supe que solo podía dejarme llevar... Lo extraño es que entonces no me costó y eso conociéndome es raro, no crean. Dicen que la sonrisa de un hijo te alegra la vida, el llanto también, o por lo menos ese primer llanto que le permite la primera bocanada de aire que respira al nacer, ese  momento en que tu contienes la respiración, sin poder verlo aún, hasta su primer gemido.

Recuerdo su ceño fruncido y su naricita apretada contra mi cara, ese calor dulce y húmedo del que ya nunca me querría separar. 

De todo esto hace ya tres años y el mapache sigue mandando y frunciendo mucho el ceño. Tiene carácter y una risa contagiosa que le achina los ojos y le hace tirarse para atrás. Es una de las personas más cabezotas que conozco y también una de las más fuertes, aunque eso él todavía no lo sabe. Desde que nació supe que sus tiempos los marcaba él, que no valen las comparaciones con otros niños de su edad, ni tampoco las estadísticas. Nació con menos de 8 meses, estuvo solo un día en la incubadora... Va por libre arrastrando su "sabanita"  por el mundo.

Al mapache le puede la timidez, pero si hay música se arranca a bailar y pide que le hagan corro y le toquen  palmas, es uno de sus contrasentidos, de esas cosas que lo hacen diferente. Así que este año le haremos una fiesta para que baile, cante  y toque su guitarra rodeado de todos los que lo queremos. Tendrá tarta, piñata, regalos... Yo a cambio solo le pido una cosa: su sonrisa, porque me hace libre, ¡me pone alas!.

¡Felicidades Mapache, te quiere mamá!

P.D. A Miguel Hernández le debo, además de absoluta devoción, estos versos que tanto utilizo y la más grande de las gratitudes por haber escrito uno de los más hermosos poemas de amor:

"...Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca..."

Las nanas de la cebolla.



jueves, 23 de abril de 2015

10 libros imprescindibles.

Quien es capaz de disfrutar de la lectura nunca está solo, que me lo digan a mí, que desde que lo compagino con el gym soy capaz de aguantar una hora en la cinta sin rechistar; así que hoy, antes de que acabe el día del libro, les dejo una lista con mis "top ten", o si lo prefieren con aquellos diez libros que yo me llevaría a una isla desierta:

1. Don Quijote de la Mancha. 
2. Cien años de soledad.
3. El principito.
4. Crónica de una muerte anunciada.
5. La vida es sueño.
6. Los pilares de la tierra.
7. Mañana no será lo que Dios quiera.
8. El origen del mundo.
9. Anillos para una dama.
10. El árbol de la ciencia. 

Seguro que no están todos los que son, y tan pronto como pulse la tecla para publicar este post, me vendrá a la cabeza algún título imprescindible al que salvaría de un incendio emulando a Cervantes cuando en la famosa quema de libros rescata al Amadis de Gaula. En cualquier caso, sí son todos los que están y si no los han leído, no se los pierdan.

Feliz lectura!



lunes, 23 de marzo de 2015

De kilos, mapachadas y preparativos...

23 semanas  de embarazo, unos cuantos kilos acumulados (ya casi no me ato los cordones de las deportivas) y un mapache rebelde que está haciendo del "no quiero" su himno y su bandera. Este es el resumen de los últimos tiempos, así, a grandes rasgos. No me siento inspirada últimamente para acercarme por aquí, y tampoco tengo demasiado tiempo, pero echaba de menos este rinconcito y el ratito de terapia. Manuel se mueve más cada día y por supuesto, elige las noches para sus bailecitos, al mismo tiempo que a su hermano le ha dado por tener miedo a la oscuridad. Yo siempre me he mostrado bastante estricta en no dejarlo dormir con nosotros, entre otras cosas, porque creo que en lo del sueño y en las costumbres a la hora de irse la la cama, hemos sido siempre muy disciplinados, y no me gustaría tirar todo esto por la borda. Así que nos hemos inventado mil historias, hemos comprado todo tipo de lámparas quitamiedos (la casa por la noche parece una verbena), y hemos agotado hasta el último de los recursos para que el mapache vuelva a dormir tranquilo. Les diré que, de momento, progresamos adecuadamente en el tema, no sin algún que otro sobresalto nocturno que, más o menos, vamos gestionando. 

Les diré también que la casa empieza a estar algo patas arriba preparándose para la llegada de Manuel (adaptar  una casa de poco más de 70 metros cuadrados a las necesidades de cuatro requiere de una capacidad organizativa a prueba de paciencia, ingenio y alguna que otra pirueta): baldas para sacar más partido al baño de los chicos (el mío es mi feudo y último reducto, así que no pienso ceder ni un azulejo), sustitución de la cama del mapache por literas con cajones, y una limpia casi exterminadora de los trasteros para poder sacarles máximo rendimiento. Todo esto, aderezado con sesiones de bricolaje mano a mano con mi padre, que vienen a ser algo así como la tercera guerra mundial pero sin víctimas mortales. En su favor diré que es un crack del taladro y los destornilladores eléctricos, y su caja de herramientas es algo muy parecido a la maleta de mi adorada Mary Poppins.

Por otra parte, la teniente O'Neal y el ginecólogo son a mi vida, en los últimos tiempos, lo que a mi hijo la oscuridad; ¡les tengo verdadero terror!. Dieta hiper estricta y una hora de cinta cada día. Eso sí, después de dos meses regañándome, en el último obtuve dos felicitaciones que los dos apuntillaron con la coletilla "no te confíes". Durante los embarazos, sumo a los kilos habituales una retención de líquidos brutal y un exceso de líquido amniótico que hacen que mi altura uterina esté, casi desde el principio, dos o tres semanas por encima de la que toca. Señores, no me pongo gorda, ¡¡¡soy un océano en estado puro!!!.

Así que ya ven, entre kilos de más, mapachadas varias, reorganización de la casa y sesiones de bricolaje, me encuentro en mi salsa. El verano nos trae cambios y mucha, mucha ilusión. Mi Manuel está en camino y la casa ya se prepara para llenarse de nuevo de biberones, pañales, chupetes, ojeras y noches de verbena. Les diré que, a esta felicidad incauta e inconsciente que traen los hijos, se suma la que me produce la llegada de una princesa en forma de sobrina-ahijada (el destino me tenía que recompensar en algún momento con una niña) que promete ser, sin rival, la niña de mis ojos.

Gracias por el ratito compartido y disfruten de lo que queda de semana.







jueves, 22 de enero de 2015

Treinta y seis

Hoy es mi cumpleaños! Nací un 24 de enero de 1979, así que pertenezco a la época de la transición, la movida madrileña, el "un dos tres", el helicóptero de Tulipán y un montón de cosas más que quedan allá por el pleistoceno para cualquiera de mis adolescentes alumnos de secundaria. Pero como una se ve estupenda, y los cumples en sábado son un verdadero lujo, voy a disfrutar de "este hacerse mayor sin delicadeza" que dice la canción, con papá-Carlos, el mapache, la familia, los amigos y todos los que cada año hacen que este día sea súper especial. Y como hoy es mi día, he pensado que podía publicar un post con algunos secretillos confesables, 20 cosas sobre mí, para que ustedes me conozcan mejor y yo pueda seguir utilizando este blog como terapia...
Ahí van:
1.- Me encanta la comida basura, en realidad me encanta toda la comida, pero siento especial predilección por las hamburguesas, pizzas... 
2.- Soy un "poco" maniática del orden y clasifico las camisas de papá-Carlos en el armario por colores. Ah! Y por supuesto todas las perchas son blancas!
3.- En COU hice todo el temario de Historia del Arte en fotocopias reducidas para copiar en el examen final, y me pillaron. Eso sí, la profesora reconoció que aquello tenía su mérito y prometió guardar como recuerdo  las pruebas del delito.
4.- Mi película preferida es Mary Poppins, y verla en Navidad arropada en el sofá, con una buena tarrina de helado de nueces, se ha convertido ya en una tradición en casa.
5.- No sé saltar. No pregunten, simplemente, no sé, y punto.
6.- Me encantan las pipas y tengo que comerlas por lo menos un día a la semana. Es una necesidad vitaaaaal!
7.- Duermo desde pequeña con un perro de peluche, así que en mi lecho conyugal somos tres. Sí, qué pasa?
8.- Antes de salir de casa por la mañana me persigno.
9.- En el cole una profesora de Literatura Española me dijo que jamás haría una carrera, y acabé licenciandome en filología. Por narices! 
10.- Odio que papá-Carlos se duerma antes que yo, así que cada noche se espera a que yo (y mi peluche) nos durmamos primero. Sólo él puede hacer esas cosas.
11.- Cuando tenía cuatro años tuve un accidente de coche con mi madre. Salí despedida unos cuantos metros y milagrosamente no me pasó absolutamente nada! Benditas sillas infantiles! Antes, según mi abuela, lo que teníamos eran ángeles!
12.- Soy alérgica a los gatos.
13.- Colecciono piedras y conchas de todas las playas en las que he estado, y las guardo en un bote de cristal en el baño para tener algo de sol en este páramo de invernía que es Galicia.
14.- Me encanta el sonido de la lluvia en los cristales mientras estoy arropada en la cama o en el sofá. Sí, sé que no soy nada original, pero es una de las mejores sensaciones del mundo, y la tenía que escribir aquí.
15.- Durante una época de mi vida fui súper futbolera, veía fútbol a todas horas con mi padre y me sabía la alineación de los equipos más importantes de la primera división.
16.- Me chiflan los sombreros y los tocados y cualquier cosa que se pueda poner en la cabeza.
17.- Cuando acabé la carrera mi padre me regaló un coche nuevecito, desde entonces las aseguradoras han dejado de ser rentables en España, no digo más...
18.- Destapo todos los botes de suavizante en el supermercado para olerlos antes de elegir el que me llevo a casa. TODOS!
19.- Adoro cantar! Definitivamente es mi vocación frustrada! Cuando voy en el coche con el mapache, berreamos los dos nuestras canciones favoritas, y me encanta ver por el retrovisor las muecas a lo Mick Jagger que ponemos.
20.- Me encanta cumplir años, celebrarlo, recibir mensajes y llamadas,y hacerme mayor a pesar de las arrugas, las canas (que ya son unas cuantas), y todo lo demás, porque significa que estoy aquí y que puedo contarlo.

Feliz 24 de enero a todos, disfruten del sábado!