viernes, 13 de junio de 2014

Planeando el veraneo!!!!

Es viernes y falta sólo una semana para las vacaciones, así que entenderán perfectamente el entusiasmo con el que se levanta una, y aunque la semana anterior al veraneo (me encanta la palabra "veraneo") es un poco estresante por los exámenes, las juntas de evaluación, los alumnos adolescentes revolucionados por la llegada del calor, los preparativos del viaje,... el fin, merece la pena, así que me paso toda la semana como una niña pequeña la noche de Reyes, ¿qué quieren?, ¡yo soy así!.

El destino, siempre el mismo, un rinconcito del Levante por cortesía de la familia de la Riva-Muñoz (tíos de papá-Carlos y por supuesto, míos) que nos ceden cada año un apartamento a toda la familia para que nos vayamos turnando en plan vivienda en multipropiedad; ¡son únicos!

El año pasado fueron nuestras primeras vacaciones con el mapache, y aunque papá-Carlos se empeña en decir lo contrario, porque su memoria es selectiva y lo recuerda idílico, la organización no fue todo lo buena que sería deseable. Para empezar, el viaje se hizo laaargo como un día sin pan, y aunque paramos en Madrid para descansar y ver a la familia, las horas de coche se hicieron eternas, con un niño que quería salir a toda costa de la silla y con la canción del Tallarín (los padres y madres la conocerán) como única elección posible de entre tooooodos los CDs que habíamos seleccionado para el viaje.

Tampoco llevamos cuna plegable porque decidimos que un niño de un año podía dormir perfectamente en una cama nido sin barrera de seguridad, de manera que aquí, mi amigo el mapache, amanecía día sí día también en el suelo o en la cesta de la playa (os juro que lo de la cesta es verdad) por mucho que lo rodeásemos de cojines y maletas a modo de barrera.

Y todo esto por no hablar de la playa. Papá-Carlos y una servidora somos unos apasionados del poner la barriga al sol y del no hacer nada, así que una bolsita, dos toallas y dos buenas tumbonas son suficientes para tocar el cielo. Pues ni bolsita ni tumbonas ni nada de nada,  porque papá-Carlos se bajaba todos los días a primera hora a coger sitio a la playa, cual hombre orquesta, es decir, cargado con silla, piscina hinchable, mochila de juguetes y sombrilla XXL,... vamos, un panorama.

Así que este año nos vamos a organizar muuuucho mejor. Para empezar, vamos a hacer el viaje de noche, así el mapache duerme y nosotros nos cruzamos la meseta en plan romántico, a la luz de la luna, que tiene su punto. El equipaje en el maletero junto con la cuna plegable, neverita con provisiones y termo de café. Hora de salida: 18:30 (después de una buena siesta) y parada a las 21:00 para cenar, estirar las piernas y poner el pijama al mapache, con su peluche de Pocoyó y sabanita preparados. Carretera y manta. Hora prevista de llegada 5:00 aproximadamente. ¿Cómo lo ven?, les iré contando... Disfruten del viernes!!!!!

1 comentario:

  1. Ala!!!! Ya de vacaciones... Que guay....os va a salir de maravilla...

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